miércoles, 4 de febrero de 2015

Informática y tablero: ¿amigos o enemigos?

¿Aliados u oponentes? Durante décadas se ha reconocido a los videojuegos como tradicionales “enemigos” de los juegos de tablero y se les ha culpado de que bajen las ventas de estos últimos y disminuya el interés por ellos. Pero ahora, bien entrado este siglo XXI en el que la informática está ya tan integrada en las vidas y hogares de millones de personas, esta clásica rivalidad parece ponerse en entredicho o, al menos, contemplarse de una forma más benévola u optimista. Ya es habitual encontrar muchísimos juegos de tablero en versión digital para dispositivos como el iPad o los ordenadores personales.

En estos días aparecen en España las versiones en castellano de dos juegos recientes que proponen un curioso “mestizaje” entre el tablero clásico, con sus componentes físicos y tangibles de siempre (cartas, fichas, figuras…) y un elemento virtual: tanto X-COM: El juego de tablero, comercializado por Edge Entertainment y adaptación de la conocida serie de videojuegos homónima, como Alquimistas –que publica Devir Iberia– requieren a su usuario la utilización de un teléfono móvil y la descarga de la aplicación correspondiente para poder resolver algunas partes y mecánicas de la partida. En el primer título citado, el programa informático utilizado se hace cargo de diversas acciones aleatorias como las invasiones alienígenas y lleva la cuenta de distintas informaciones y factores, y en el segundo nos resolverá el efecto de los ingredientes que mezclemos en nuestros experimentos.



Las reacciones ante estos nuevos híbridos han sido tan diversas como enfrentadas: mientras que algunos los ven como una moda pasajera y encuentran este elemento electrónico como un invasor en nuestro hobby, otros muchos los reciben contentos y dan la bienvenida a una nueva era y una nueva modalidad en el juego de tablero. Para ser sincero, he de decir que mi postura personal está más cercana de la del primer grupo citado, entre otras cosas porque no soy usuario habitual de móvil, nunca me he adaptado a él, ni suelo llevarlo encima (¡todo un “bicho raro” en estos tiempos en los que la anormalidad se ha convertido en la norma!). Sin duda, puedo parecer retrógrado, pero lo cierto es que lo que a mí me gusta en los juegos de tablero es precisamente su elemento físico: poder tocarlos, poder mover fichas, lanzar dados, ¡incluso oler sus componentes! Por otro lado, no soy detractor del entretenimiento electrónico: tengo consola desde hace muchos años y también juego a videojuegos. Es sólo que para mí son dos diversiones que concibo básicamente por separado y que pienso que no deben mezclarse.


¿Qué opináis vosotros respecto a estos juegos que incorporan dispositivos electrónicos y elementos virtuales? ¿Moda pasajera, o quizá el futuro del hobby, a fin de que éste puede calar en las generaciones que han crecido con los móviles e internet?

(Por cierto, tengo que confesar que en los 80 tenía un juego de tablero que ya integraba un aparato electrónico en él: simulaba con sonidos las acciones de un ladrón al que los jugadores debían atrapar. No recuerdo el nombre del juego, pero debo de tenerlo por algún lugar de mi garaje. Ya veis que la idea de Alchemist o XCOM tampoco es nada nuevo. Recordemos también el conocido Atmosfear)

2 comentarios:

  1. Respuesta corta: he de probarlos antes de opinar.
    Respuesta larga: he de probarlos antes de opinar. No sé bien qué pueden aportar. A primera vista la aplicación del X-Com parece sólo un contador de tiempo, como un reloj de arena virtual, para forzar a los jugadores a tomar decisiones más apresuradas. Si, como dices, también aporta eventos aleatorios quizá añada algo. Pero si esos eventos sólo sustituyen elementos físicos del juego (como un mazo de cartas) no le veo la gracia a la aplicación. Si aporta algo al juego: bien. Si facilita algo que antes era engorroso (como barajar constantemente): bien. La gracia del Atmosfear estaba en el vídeo precisamente, porque el juego era muy ñoño. Quizá el futuro de las aplicaciones esté en dar ambientación al juego más que en añadir mecánicas novedosas. No sé, estoy lanzando ideas sin meditarlas. En cuanto tenga una opinión más formada me decidiré.

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  2. ¡Un placer recibir un comentario tuyo! La verdad es que yo los probaría los dos por curiosidad, pero tengo claro que no me voy a comprar un juego que me obligue a tener a mano un móvil o un portátil, así que si no tengo ocasión de jugar con los de otra persona, es una pena, pero no los veré....

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