martes, 20 de agosto de 2013

Stratego

Sin lugar a dudas, uno de los juegos de tablero más conocidos del siglo XX. Incluso las personas que no son especialmente aficionadas a nuestro fabuloso hobby lo han jugado alguna vez o, al menos, han oído hablar de él o lo han visto. Apareció por primera vez nada menos que en 1947 y fue concebido por el holandés Jacques Johan Mogendorff, quien se inspiró claramente en otro título de principios de siglo, L’Attaque, de 1909. Si nos ponemos concienzudos y queremos encontrarle un origen, hasta podríamos afirmar que Stratego, y también su predecesor, son una especie de variante moderna del ajedrez.

El tablero de Statego es bien sencillo, y representa un campo de batalla dividido en 92 casillas cuadradas. Cada una de las diez filas que compone el mapa está a su vez dividida en otras tantas casillas, a excepción de las dos filas centrales, que contienen dos lagos que ocupan el espacio de 2x2 casillas y que constituyen la única “rareza” del tablero, ya que son la única parte de éste en la que no se puede jugar.


Las fichas de la versión estándar vienen representadas en forma de simpáticas torres de plástico, rojas para un bando y azules para el otro, aunque en otras variantes este componente puede cambiar de forma y presentación (por ejemplo, una pieza plana vertical que se apoya en una especie de “pies”). La fachada de cada torre está aplanada y lleva una ilustración. Por supuesto, todas estas piezas, 40 por bando, constituyen el ejército de cada uno de los dos contrincantes de la partida. Dicho ejército está dividido en categorías o jerarquías militares, que van desde el Mariscal, la pieza más poderosa y alta en el escalafón, hasta el Explorador, la más débil de nuestras tropas. Además, tenemos fichas especiales que representan objetos inmóviles: las Bombas, y la esencial Bandera, objetivo de nuestro rival. De cada uno de nuestros soldados no hay el mismo número de fichas: hay 1 solo Mariscal y 1 solo General, mientras que tenemos, por ejemplo, 8 Exploradores, 4 Capitanes o 4 Sargentos, entre otros.

Debemos proteger nuestra bandera
Antes des comenzar la partida, cada jugador desplega sus fichas en su mitad del tablero, quedando sólo vacías las dos filas de los lagos, que viene a ser como una tierra de nadie que queda entre los dos ejércitos contendientes. Naturalmente, desplegamos con la parte ilustrada de las torres mirando hacia nosotros: el rival no sabe qué ficha tenemos en cada casilla hasta que se enfrenta a ella moviendo una de sus torres a una casilla adyacente.

Tanto el ataque como el movimiento se hacen en ortogonal, y normalmente no se puede mover más de una casilla por turno. Los jugadores alternan movimientos (una ficha cada vez) y, cuando están junto a una ficha rival, pueden atacarla, obligando al oponente a revelar qué es. En un combate, la ficha de mayor categoría elimina a la de inferior, y dos fichas de igual categoría se eliminan mutuamente. Este es básicamente el funcionamiento de Stratego, juego cuyo objetivo, como se ha dicho, es eliminar la Bandera de nuestra rival (lo que puede hacer cualquier ficha), mientas salvaguardamos la nuestra propia.

Los lagos centrales son la única parte intransitable del tablero 
Hasta aquí, el juego sería demasiado sencillo de reglas, pero hay, por supuesto, fichas con habilidades especiales, que es lo que siempre hace interesante una partida. Así, el Espía, la ficha más baja de todo el ejército, puede, sin embargo, eliminar al mismísimo Mariscal si lo encuentra y le ataca (no en caso contrario). Las Bombas eliminan a cualquier ficha enemiga a excepción del Zapador, que puede destruirlas sin perecer en ello. El Explorador puede desplazarse tantas casillas como quiera en un solo movimiento mientas no se tope con otra ficha amiga o enemiga.

Un Capitán y un Sargento se internan en la zona enemiga
El Stratego básico se ambienta en las Guerras Napoleónicas, pero hay un sinfín de variantes que lo trasladan a mundos de fantasía o futuristas y con tropas de franquicias tan populares como Star Wars, El Señor de los Anillos o los superhéroes Marvel. Incluso existe un Stratego para cuatro jugadores.

Personalmente encuentro este juego demasiado simple y repetitivo y, puestos a elegir juegos de estrategia, creo que el nutrido grupo de los wargames propone muchas alternativas más cuidadas e interesantes que él. No obstante, también pienso que este juego ya tradicional tiene mucho encanto y que es casi obligatorio tenerlo en toda ludoteca que se precie… ¡Incluso aunque apenas se juegue a él, como es mi caso!

Algunas de las muchísimas variantes de este clásico del tablero

2 comentarios:

  1. Fue mi primer juego de mesa. Con él me inicié. Me trae muchos recuerdos. Tras él, pasé a los platos fuertes, como Juego de Tronos.

    ResponderEliminar
  2. Yo creo que mi primer juego de estrategia fue el "Risk"...

    ResponderEliminar