viernes, 22 de marzo de 2013

Troglodita (En busca del fuego)

En 1984 hace su breve incursión en el mercado de nuestro país la empresa Casuga Guina. El peculiar nombre lo componen las primeras letras de los apellidos del grupo de diseñadores que forman la iniciativa: Manuel Calbet, Amando Suriñach, Manuel García, José Luis Guitián y Xavier Navarro. Sólo publican dos juegos, ambos en el año citado: Troglodita (En busca del fuego) y Tutankhamon (En busca de la civilización). Descubrí ambos y adquirí el primero de ellos en una de esas entonces fascinantes y ocasionales visitas que realizaba a los centros de El Corte Inglés de Valencia. Todavía conservo la etiqueta con su precio en uno de los lados de la caja: 1.895 pesetas.

Obviamente, el juego, que utiliza como subtítulo el de la película entonces reciente de Jean-Jacques Annaud en la que claramente se inspira, nos pone en la piel de primitivos humanos que luchan por conservar ese fuego tan vital que les va a permitir conservar la comida por más tiempo. Troglodita tiene ciertos elementos de wargame como son el tablero hexagonado, las tablas y los combates, pero también incorpora mecánicas más propias de un juego temático, como los eventos aleatorios o el hecho de que los trogloditas puedan salir a pescar y cazar. Pueden participar de 2 a 4 jugadores, y el objetivo final es dominar la mayoría de las 6 cuevas que hay en el tablero. Para conseguirlo, tendremos que luchar contra otras tribus rivales y también contra peligrosos osos que habitan las cuevas neutrales.

Si nos limitamos a juzgar el apartado gráfico y la presentación del juego, nos veríamos obligados a calificarlo claramente como “malo”: nos encontramos con dos tipos de fichas, las que lleva cada jugador, que representan a hombres y mujeres, y las neutrales, que representan animales y fuego. Las primeras son simples triángulos y círculos blancos sobre un fondo de color que distingue a cada tribu/jugador; las segundas son siluetas negras no muy precisas sobre fondo blanco. El tablero es bastante sencillo, pero algo más resultón que las fichas, y en él se delimitan las cuevas de las que ya se ha hablado y otros elementos del terreno (llanura, montaña, río y bosque). En principio es un título que no resulta muy atractivo estéticamente ni para la época en la que se hizo, aunque es fácil entender que se produjo de una manera casi amateur.

La tribu roja pescando y cazando. Abajo a la izq., su cueva
Por fortuna, en cuanto a mecánicas, el juego es algo más interesante, e incluso hoy en día, casi treinta años después de su aparición, se puede todavía disfrutar si se decide dedicarle algún rato. La secuencia de cada turno de jugador es sencilla: movimiento, obtención de comida y combate. El primero y el último son bastante “wargameros”. Las fichas de mujeres y hombres tienen unos factores de movimiento y combate (no impresos en ellas) que son de 3-10 y 2-8 respectivamente. Se mueve, como siempre, de hexágono a hexágono pagando el coste de movimiento, teniendo en cuenta los diferentes costes según el terreno, así como las zonas intransitables. Se combate también enfrentando la suma de los factores de atacante y defensor más un dado de 6 cada uno, siendo la diferencia la cantidad de fichas que pierde el vencido. Como curiosidad y particularidad de este juego, el ganador de un combate puede hacer prisioneras a las mujeres de la tribu enemiga, llevarlas a su cueva e integrarlas en su clan. Las mujeres son esenciales en el juego porque, claro está: pueden tener hijos, ampliando así el censo de la tribu.

Obteniendo fuego de un bosque incendiado
Hasta aquí, y si excluimos el rapto de féminas, estaríamos básicamente ante un wargame prehistórico pero, como ya he adelantado, hay ciertos elementos y mecánicas más típicos de un juego temático que le dan cierta gracia y color a Troglodita. Una de ellas es la consecución de alimentos, que se realiza como hemos visto después del movimiento y antes del combate. Las fichas de un clan pueden elegir con este fin entre pescar y cazar. Lo primero es sencillo y basta con poner adyacente al río central del mapa el número de fichas que queramos destinar a esta labor. La caza es algo más compleja, ya que tenemos que reunir una serie de fichas en torno a un hexágono en el que buscaremos nuestra pieza, tirar en una tabla para ver qué animal encontramos, y después volver a tirar para ver el resultado de la caza. Dependiendo del tipo de terreno, tendremos más posibilidades de encontrar animales más grandes. Podremos dar desde con simples conejos hasta con mamuts, pasando por los más peligrosos: el lobo y el oso. Si al menos uno de los cazadores sobrevive a la caza, el animal es capturado y se transforma en puntos de comida, al igual que lo hace la pesca. También es posible encontrar directamente fichas de animales en el tablero que pueden haber quedado en él como resultado de una caza fallida o debido al despliegue inicial, siendo estos animales errantes por lo general más agresivos.

Combate entre dos tribus
Cuando todos los jugadores han acabado su turno se produce una “interfase” en la que se tira por eventos aleatorios, se mueven los animales del tablero siguiendo unas sencillas pautas, comprobamos que podemos alimentar a todo nuestro clan (perdiendo a aquellos miembros que se queden sin comida) y, finalmente, damos la bienvenida a los recién nacidos, que ya tendremos disponibles para trabajar y combatir a partir del siguiente turno.

Hay 4 eventos aleatorios (o “catástrofes”) posibles, que son: rayo, terremoto, epidemia y diluvio, todos con efectos diversos pero en general dañinos para humanos y animales en el tablero. No obstante, si tenemos la suerte de que caiga un rayo en alguno de los bosques cercanos, podremos intentar acercarnos a él para coger el preciado fuego, que nos permitirá conservar parte de los alimentos en exceso de un turno a otro.

Poco más se puede contar sobre Troglodita si nos proponemos resumirlo. Como ya he dicho, es un juego de precaria presentación pero que nos puede proporcionar algún rato de entretenimiento. De hecho, siempre es interesante variar y alternar diferentes tipos de juego, y eso incluye probar títulos de otros tiempos como este. Además, como ya he adelantado, pienso que este trabajo de Casuga Guina podría perfectamente actualizarse y adaptarse a los estándares actuales, e incluso se me ocurre que podría fácilmente convertirse en de eurogame, una idea que ya llevo sopesando algún tiempo.

3 comentarios:

  1. Hola

    En labsk hay un hilo sobre el juego en el que se puede descargar un rediseño gráfico del juego hecho por mi:
    http://labsk.net/index.php?topic=15493.0

    Yo también pienso que las reglas son mejorables, así que cualquier idea sobre como mejorar las reglas es bienvenida

    un saludo

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  2. ¡Gracias por el enlace! ¡Tu rediseño gráfico es genial!

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  3. Gracias!

    Este juego me cautivó de pequeñito y eso que apenas jugué 2 veces, pero la idea de clanes de trogloditas luchando por las cuevas, cazando y buscando fuego me encantaba

    El rediseño lo hice ya hace un año, y me ha dado pena que nadie se animase a dar ideas para mejorar las reglas, que creo que habría que suavizar un poco en el tema de sexos (en la cueva que se queden parejas y no solo mujeres por ejemplo) y sobre la caza darle un buen lavado de cara...

    Si alguien hace reglas alternativas yo modifico la hoja de tablas para adaptarla ;)

    un saludo

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