sábado, 14 de julio de 2012

Shipyard

Shipyard es un un juego que adquirí hace algún tiempo atraído sobre todo por su aspecto estético y por su temática o propuesta: la de convertirse en un armador de principios de siglo XX y construir barcos. Su autor es Vladimír Suchý y fue publicado en 2009 por Czech Games Edition y Heidelberger Spieleverlag en su versión alemana, y por Rio Grande Games en la inglesa. Yo tengo la primera y es absolutamente independiente del idioma. Las reglas en inglés las descargué de la BGG y todo arreglado.

El doble tablero principal, con las opciones que pueden escoger los jugadores. Los peones color madera señalan las actuales


El "circuito" donde los jugadores eligen sus
acciones y con el que se cuentan los turnos
Como en tantos otros eurogames, a los participantes se les ofrece una amplia gama de opciones a elegir de entre un doble tablero, todas ellas con el propósito, claro está, de dar forma a los navíos que se nos han encargado. Así, tenemos un apartado en el que podemos comprar las diferentes partes del casco (proa, popa, parte intermedia), otras para obtener accesorios (mástiles, cañones, chimeneas, velas, hélices…), otra para los tripulantes y pasajeros, etc, etc. Para regular los turnos de jugador y las opciones que cada uno puede elegir, existe una parte principal en el tablero en forma de circuito ovalado compuesto por 24 casillas. Sobre varias de ellas se ponen de salida, seguidas, unas fichas con las opciones que se pueden escoger. Los jugadores pueden ponerse en cualquiera que esté libre, existiendo la posibilidad de recibir ingresos extra si se ponen por detrás de otras casillas ya ocupadas. Cuando comienza su turno, cada jugador coloca la ficha sobre la que está delante (en el sentido de las agujas del reloj) de esta fila de fichas, de manera que se va moviendo y cambiando a la vez que recorren el circuito. Cada vez que las fichas dan una vuelta entera concluye un turno, habiendo tantos como número de jugadores.

Tablero del jugador azul con su primer barco ya fletado y otro a medio construir

Algunos ejemplos de contratos
Dos cosas nos van a conseguir la victoria: los barcos que fletemos (en función de su velocidad, equipamiento, personajes y otras características recibiremos un número de puntos de victoria) y los “contratos gubernamentales”. Cada jugador parte con 6 de éstos y puede ir descartándose paulatinamente hasta quedarse con 2 definitivos. Este elemento del juego decidirá nuestra estrategia y las opciones que más nos interesan seguir, y nos dará puntos en función de sus distintos requisitos (número de piezas de barco usadas, componentes y características de éstos, cantidad de navíos, etc).

No es un juego que me parezca especialmente fascinante ni destacable, pero sí entretenido. Lo que más me gusta, aparte de sus bonitas ilustraciones, es cómo vas montando los barcos en los astilleros, casi como si construyeras un puzzle o una maqueta. Eso sí: salen artefactos absolutamente inverosímiles…

1 comentario:

  1. Este lo tenemos maldito en tierras malacitanas; lo tiene Eloy desde hace año y pico y seguimos sin poder estrenarlo xD

    Un saludo!

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