lunes, 11 de abril de 2011

Van Helsing

Admito sin vergüenza ni remordimiento que a menudo soy impulsivo y caprichoso en lo tocante a juegos (y en otras cosas): a veces la temática o ambientación de uno de ellos, o simplemente una estética y presentación atractivas, pueden ser suficientes para que adquiera un determinado título, incluso sin tener apenas información de él o interesarme por conocer su mecánica y reglamento. Esto me ha llevado en más de una ocasión a tremendos batacazos lúdicos, pero también al descubrimiento de productos originales e interesantes que perfectamente pueden haber pasado desapercibidos por el gran público aficionado a este hobby. No tengo remedio…

Drácula ha sido siempre uno de los grandes mitos de mi vida. Leí la novela cuando tenía veinte años y quedé fascinado por ella (una segunda lectura tiempo después no me impresionó tanto). Sobra admitir que siempre me intereso por juegos de mesa que traten al personaje o, en general, la temática vampírica en su línea más clásica. El adquirir este recién aparecido Van Helsing de la casa alemana Sirius Games parecía, pues, inevitable, más aún cuando pude encontrarlo por un precio bastante asequible para este tipo de productos: 27 euros.

Planteamiento y componentes
Van Helsing plantea una situación similar a la del final de la obra de Stoker, aunque no intenta necesariamente serle fiel: los cuatro cazavampiros Abraham Van Helsing, Mina Murray/Harker, Lord Godalming y Jonathan Harker (falta el americano Quincey Morris) se encuentran a las puertas del castillo del conde vampiro, prestos a adentrarse en él y a acabar con el monstruo y sus seductoras secuaces. Por desgracia, el conductor de la diligencia que les ha llevado hasta allí ha huido, dejando al grupo sin el equipo apropiado para acometer su osada labor.

Hasta 5 jugadores pueden participar en este título obra de Frederic Moyersoen, conocido en el mundillo sobre todo por su divertido juego de cartas Saboteur. Uno, naturalmente, asume el papel de Drácula, mientras que el resto –jueguen los que jueguen– deben repartirse a los cuatro cazavampiros. Todos estos personajes están representados en la partida mediante figuras de plástico. Además hay otras ocho miniaturas, todas iguales, de las novias de Drácula. Las trece figuritas están muy bien esculpidas, si bien el color del plástico elegido para representar a los protagonistas principales me parece un poco chillón y desacertado en la mayoría de los casos. Destacan por ello, al estar moldeadas en gris, las hermosas seguidoras de Drácula.

Además de estas miniaturas, por supuesto, tenemos un tablero bellamente diseñado que representa los tres niveles o pisos del castillo del vampiro, un dado de seis caras, cinco plantillas para indicar la salud de los personajes y los objetos que portan, 53 fichas de armas, complementos, cerraduras, etc, y unas pequeñas hojitas para apuntar el movimiento secreto de Drácula y los demás vampiros (ver más adelante).

Visión general del tablero y plantillas de los personajes. Las fichas azuladas están por descubrir

Despliegue y objetivo
Para empezar, los cazavampiros se repartirán como convengan las siete fichas de objetos iniciales (en rosa). Las cerraduras se ponen en ciertas posiciones de puertas prefijadas, los corazones se usan para indicar la vida de cada personaje principal, y el resto de fichas se colocan bocabajo y al azar en las casillas señaladas a tal efecto en el castillo. Drácula y sus enemigos se situarán entonces en lugares también prefijados y comenzará el juego, saliendo siempre primero el conde vampiro. La labor de este es sencilla: acabar con todos sus oponentes, transformándolos en criaturas de la noche como él, o llevar a cuatro de sus novias a la cripta en la que duerme. Los cazavampiros, por el contrario, deberán poner fin a la vida de Drácula o a la de cinco de sus novias.

Turnos y acciones
En cada turno, un personaje podrá realizar tantas acciones como vida le quede (Drácula empieza con 5, los humanos con 4, y las novias sólo tienen 1). Una acción puede ser mover una casilla o piso, descubrir un objeto, usar un objeto o atacar. Dichas acciones se pueden alternar y repetir mientras no se exceda el número de estas disponible. El movimiento de Drácula y sus secuaces (cazavampiros convertidos) podrá hacerse en secreto por medio de las hojitas provistas a tal efecto. El jugador o jugadores que lleven a estos personajes podrá desplazarlos por el castillo apuntando el número de las habitaciones por las que mueven en la hoja, y sólo habrá de revelar su presencia al comienzo del turno, si descubren un objeto, o si quedan a la vista de los humanos.

Transcurso de la partida. 2º nivel del castillo.
Las fichas inicialmente ocultas de las que los cazadores pueden valerse son las tradicionales armas (pistolas, ballestas, escopetas, dagas…) y objetos contra los no muertos (ajo, cruz, hostia, agua bendita), así como diversos artefactos para recuperar vida y hasta para reconvertir en humano a un cazador mordido. El bando no muerto cuenta sólo con tres tipos de fichas: cálices con sangre para recobrar salud, murciélagos que permiten a Drácula volver a repetir una tirada o hacerla repetir a sus oponentes, y las más importantes, las novias, objetivo tanto para el vampiro como para sus enemigos.

El combate entre los oponentes, determinante a la hora de decidir una de las dos formas de victoria, es sencillo: los humanos deben sacar con el dado igual o menos que el número impreso en el arma que utilicen; Drácula y sus secuaces pueden atacar con garras (sacando igual o menos que su salud actual) o mordiendo (sacando igual o menos que la salud de la víctima). Si un humano muere, se transforma en vampiro y pasa al bando oponente.

Valoración
En principio, como veis, aunque el planteamiento del juego no se sale mucho del canon clásico de las historias de vampiros (se pueden encontrar similitudes generales con La furia de Drácula de Fantasy Flight, aunque aquí la persecución es a nivel de Europa entera), tiene todos los ingredientes típicos y tópicos para ser divertido. Sin embargo, muy a mi pesar he de admitir que este Van Helsing no acaba de despegar. Le encuentro varias pegas:

-El tamaño del mapa: aunque muy bonito y evocador, el mapa se me antoja algo pequeño para que transcurra sobre él la acción del juego. A menudo se amontonan en una misma habitación varias fichas y miniaturas y apenas caben. Las fichas de candado o cerradura, que en teoría van en las puertas entre dos habitaciones, son también demasiado grandes, obstaculizando y apilándose sobre las de objeto. Es frecuente que los números de algunas habitaciones queden ocultos precisamente por este apilamiento de fichas, lo que complica el teórico secretismo del movimiento oculto de los vampiros, ya que han de mover las fichas para cerciorarse de los números de las habitaciones. Esto es solventable con una pequeña copia del mapa, descargable desde internet.

-5 personajes: juegue el número de personas que juegue, todos los personajes deben participar. Esto hace que, cuando no haya suficientes jugadores, algunos deban llevar varios personajes. El mismo Drácula puede tener que llevar también varios si ha transformado en vampiros a los cazadores, lo que hace algo tedioso el movimiento en secreto apuntado. No estoy a favor de este recurso, que encontramos en muchos otros títulos. Pienso que los diseñadores deberían de preparar el juego para que se adaptase al número de participantes y no se tuviese que “sustituir” a los jugadores ausentes ya sea con este reparto de personajes o con el típico “jugador fantasma” o “virtual” que encontramos en títulos como, por ejemplo, Dungeon Lords o Glen More (los primeros que me vienen a la cabeza). Sencillamente, los creadores de estos juegos deberían tener la honestidad de admitir que no se adaptan bien a determinado número de jugadores o están hechos exclusivamente para cierto número de ellos. Por ejemplo, a mí no me gusta jugar al mencionado Dungeon Lords con menos de 4 jugadores porque me parece que está pensado para esta cantidad. Cuando hay menos, hay que compensarlo sustituyendo a los que no están por el/los mencionado/s jugador/es virtual/es. Para no engañar a nadie, directamente que lo vendan como juego de 4 jugadores, no de 2 a 4.

Harker acorralado por las novias. ¡Que suerte!
-Movimiento secreto: hay que admitir que el lápiz es ya un complemento extraño en los juegos del siglo XXI. Apuntar constantemente el movimiento de un personaje (en principio, sólo Drácula) puede hacerse llevadero, pero cuando has de llevar el de varios por medio de diferentes hojitas, se puede hacer verdaderamente tedioso. Me remito de nuevo al punto anterior: un jugador, un personaje, sería lo ideal.

-Equilibrio entre bandos: Drácula es muy poderoso al principio, mientras que sus rivales tienen pocas armas. Si de primera hora se dedica a atacarles, es casi seguro que los transformará en breve y ganará la partida. La única forma de que los cazadores puedan plantar cara al conde es encontrando armas en las habitaciones del castillo. Una vez herido, el vampiro es mucho más fácil de derrotar. Visto esto, parece bastante innecesario que Drácula se entretenga en la dificultosa tarea de buscar a las novias por todo el edificio, permitiendo que sus enemigos se fortalezcan. Da la impresión de que la partida es en definitiva una lucha a muerte entre ambos bandos antes que una exploración del castillo, ya que encontrar a las novias tanto para unos como para otros puede hacerse largo e innecesario.

-Las partidas pueden adolecer de una relativa monotonía si se alargan demasiado pero, por otro lado, una partida demasiado corta a mí me parece insatisfactoria (la duración estándar es de 45-60 minutos). Quizá una solución sería algún tipo de evento o una fase intermedia que rompa la repetitividad de los turnos.

En definitiva, mi conclusión sobre Van Helsing es que es un producto sin redondear. La idea está bien, la ambientación y la estética me encantan, pero el juego, su mecánica, y algunos de sus componentes necesitan un repaso. Como me pasa con otros muchos títulos, me parece una pena, porque podría haber salido algo bastante interesante de esta idea del señor  Moyersoen.

4 comentarios:

  1. Un juego que me sonaba ligeramente y me había llamado la atención.

    Gracias por el aviso.

    No conocía tu blog; te añado al blogroll del mío.

    Un saludo!

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  2. Muy buenas.

    La verdad que lo había visto por ahí y ahora se encuentra un 30% de descuento y estaba pensando en traerlo... pero la verdad que no se... ya veré!

    Muy buena opi, un saludo!:)

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  3. Pues ya sabes mi opinión. Siempre me entristece admitir que un juego no está acabado, porque reconozco y admiro la ilusión y el empeño de sus creadores, pero en este caso es así, para qué vamos a mentir

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